viernes, 12 de diciembre de 2008

No a lo Indefinido

Armando Briquet
abm@armandobriquet.com

1. Porque NO respeta la decisión de todos:

El 2D la mayoría de los venezolanos decidió no apoyar una Reforma Constitucional que, pese a todos los factores que incluía, buscaba claramente la reelección indefinida. El Presidente perdió y debe respetar a la mayoría que ganó votando NO.

2. Porque NO es políticamente correcta:

Hace 10 años el Presidente ganó las elecciones bajo la idea de un Cambio, esa fue su gran carta de presentación, y Venezuela lo clamaba. 10 años después, se traiciona así mismo y a su gran argumento político negando ese mismo Cambio que hace rato se siente necesario.

3. Porque NO es democrática:

En cadena nacional el Presidente pidió a la AN poner en marcha la enmienda. Cuando la AN dice que va a debatir la propuesta, reímos para no llorar. No hay debate posible. Son antenas repetidoras de Miraflores. La justicia no encuentra nada ilegal en lo que va firmado por Miraflores.

4. Porque el Presidente NO habla claro:

Se define soldado, no indispensable, que no busca perpetuarse en el poder. Asegura que hay un pueblo preparado para continuar su proyecto. Si las próximas elecciones tendrán lugar en 2012, ¿no bastan cuatro años para consolidar lo que es un proceso indetenible, que no tiene vuelta atrás y que sólo tiene logros que el resto de los incapaces venezolanos que no están de acuerdo con el Presidente no conseguirán jamás? Si los resultados del 23N fueron una victoria tan avasallante como el gobierno dice, entonces con su apuro hay algo que el Presidente NO le está explicando al país.

5. Porque NO hay ley que valga ni garantía de nada:

Reconocer la victoria del otro en elecciones no es solamente pronunciarse después del reporte del CNE. Es entender las reglas de juego. La inadmisible e ilegal declaratoria de guerra del Presidente contra todo funcionario electo que no sea de su bando, significa que los venezolanos NO tenemos garantías de nada y que NO hay ley que valga. Gobernaciones saqueadas, amenazas de bochinches provocados, exclusión de los planes nacionales, recursos y presupuestos en veremos. Esa es la reacción del Presidente contra el pueblo que decidió NO votar por sus candidatos puestos a dedo. Vale todo y nada vale nada.

Mientras, la vida de los venezolanos transcurre entre maniobras de subsistencia, ya que no se resuelven los problemas más urgentes.

jueves, 4 de diciembre de 2008

Fuera de foco

Armando Briquet

El proceso electoral recién termina; es pronto para tener conclusiones definitivas de esta jornada. Era de esperar la existencia de diferentes lecturas a los mismos resultados. Sin embargo, considero que Cilia Flores, presidenta de la Asamblea Nacional, logró romper el molde.

Con interés leí sus declaraciones, en las cuales ofrece una pronta e inmediata reforma a la Ley del Sufragio y Participación Política.

Por un segundo, antes de entrar en el contenido de la misma, pensé que se trataba de corregir los verdaderos errores del proceso electoral. Logré hasta soñar con que la AN había tomado consciencia de los niveles de participación, de los resultados, y que estaba dispuesta a controlar las distorsiones reales de nuestro sistema electoral.

Imaginé una ley que obligara a depurar el Registro Electoral Permanente, donde ningún ciudadano pueda dudar de él; que genere la confianza necesaria, a toda la población, de que quien aparece en el REP es porque tiene el derecho de estarlo y ejerza su voto en la jurisdicción que le corresponde; que se obligara al saneamiento de nuestro sistema de identificación y cedulación.

Por un instante, pensé que se trataba de poner coto a los abusos presidenciales frente a la utilización de cadenas o el manejo de los recursos públicos en beneficio de determinados candidatos; que lograríamos equilibrar el tratamiento de las diferentes opciones en los medios del Estado.

Creía que era una reforma para restablecer la representación proporcional de las minorías y, por ende, se prohibiría la utilización de morochas o cualquier otro mecanismo que lo violente.

Me imaginé un tarjetón electoral más sencillo, sin tantas complicaciones a la hora de votar. Incluso pude ver al Plan República apoyando a un proceso que es netamente civil sin entrometerse en el mismo.

Pero definitivamente era esperar demasiado... La diputada Flores se refería a otra cosa. Ella quiere reformar la Ley para crear más centros de votación. ¿Sabrá acaso que eso lo puede hacer el CNE sin reforma alguna?; pero su argumento lo dice todo: "A la gente humilde les cuesta para salir a sufragar". ¡Claro que cada día les cuesta más ir a votar por quienes lo venían haciendo! Pero no es por ausencia de lugares, sino por falta de motivos. La desilusión se expresa, inicialmente, con la no participación.