sábado, 24 de enero de 2009

Pegados en el Pasado

Armando Briquet

Para conducir hacia delante, nadie puede manejar viendo exclusivamente el retrovisor. Un buen conductor debe observar su entorno fijando su mirada en el parabrisas y usando los retrovisores sólo para chequear y nunca olvidar el camino recorrido, pero siempre estando más pendiente del que queda por recorrer.

Nuestro "mal conductor" nos tiene, a los venezolanos, agotados frente a la violencia y las divisiones por razones políticas, mientras que lo que queremos es vivir en paz; sin embargo, el Gobierno se empeña en devolvernos al pasado. Nos provoca con una reelección indefinida que ya fue votada negativamente, y con una brutal represión a los estudiantes que hemos condenado desde los tiempos de la llama da Cuarta República.

En un país donde el hambre conlleva a que muchos jóvenes deban trabajar desde temprana edad, donde tenemos altos niveles de deserción escolar, donde los planteles educativos son insuficientes, donde un porcentaje muy reducido de la población es la que tiene acceso a las universidades, no podemos hacer otra cosa sino reprochar la violación de los derechos civiles. Reprimir hoy a los estudiantes es reprimir el futuro.

No es la primera vez que vemos cómo los estudiantes son reprimidos por las fuerzas policiales del país. Su ímpetu al salir una vez más para defender los valores en los que creen nos da una lección de vida y nos invita a reflexionar. Venezuela nos pertenece a todos y una sola persona no es un proyecto, mucho menos si se trata de un proyecto de país.

Ésa fue la gran lección que dio el pueblo de Venezuela el pasado 23 de noviembre eligiendo a sus nuevas autoridades regionales y locales, dándoles la oportunidad a distintas tendencias de demostrar su capacidad de ser unos "buenos conductores".

Los venezolanos están mirando hacia delante en busca de un mejor futuro.

Un futuro que, contrario a lo que dice el Presidente de la República, no se garantiza con la reelección indefinida.

Esa propuesta sólo nos mantiene en el pasado. Es por todos conocidos que quien tiene garantizado un cargo de por vida no se esforzará por darle bienestar a la gente. La alternancia en el poder mantiene revitalizadas a las instituciones. Hoy, los nuevos gobiernos (aun en los casos donde ganó la misma tendencia) comienzan a demostrar que los cambios de mandatarios son positivos.

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